Un box esquinero es una muy buena opción en cuanto a optimizar el espacio en el cuarto de baño. Las bañeras ya están en retirada. No hay tiempo para baños de inmersión relajantes y prolongados. ¡Es una pena! Pero la ducha hoy es rápida y la funcionalidad del espacio de ducha es un requisito indispensable.
Entendemos como espacio de ducha dentro del cuarto de baño al que se define como el lugar en el que vamos efectivamente a bañarnos. Parece obvio pero es importante entender que tenemos por un lado el espacio de artefactos (inodoro, bidet y lavatorio) y por el otro el espacio de ducha. La diferencia sustancial es que el primero es seco y el segundo, ya que se va a mojar, lo podemos considerar húmedo.

Hay una tendencia en estos momentos a sacar bañeras y recurrir a espacios de ducha en esquina. Es una intención razonable pero hay un par de cosas que hay que evaluar.
Es lógico querer sacar la bañera considerando que ya no se usa para baños de inmersión como está diseñada. Es incómoda, difícil de limpiar y hasta molesta para el ingreso. ¡Perfecto! ¡Afuera esa bañera!

Este es una baño tradicional de los que hay cientos y que aunque no son muy grandes funcionan. Las dimensiones son de entre 1,40 y 1,60 metros por lado. Puede ser más, puede ser un poco menos.
La idea que muchos materializan consiste en sacar la bañera (lo que está bien) y poner un box esquinero cuadrado. Pero hay que responderse alguna preguntas:

Primera pregunta: ¿Es un box cuadrado funcional considerando las dimensiones que tengo en el baño?

Segunda pregunta: ¿Es realmente necesario ese lugar lateral que gano? ¿QUÉ VOY A HACER EN EN ÉL? ¿Cómo lo voy a usar?


Busquemos una respuesta global a estos cuestionamientos.

Un box esquinero de 70 x 70cm es lamentable y definitivamente chico. Si el baño es muy pequeño y no hay otra posibilidad será así ya que no hay más remedio. Se puede usar y hay muchísimos baños con esas dimensiones de espacio de ducha. Pero acá hablamos de tener lugar y decidir hacerlo pequeño por propia voluntad. El lado coincidente con el ancho de la bañera original (generalmente entre 70 y 80cm) será adecuado ya que en la bañera también lo era. En esa dimensión de ancho vamos a tener un buen resultado.

El problema se presenta en el otro sentido del esquinero. Un box cuadrado NO PERMITE DAR UN PASO ADELANTE. Estamos prácticamente inmóviles bajo el chorro de agua sin posibilidades de desplazarnos para enjabonarnos o ponernos champú. ¡Ni hablar si algo se nos cae! Tenemos que salir para levantarlo porque agacharse en 70x70cm es imposible.

No nos damos cuenta de esta situación hasta que no la vivimos. Y en general ya es tarde. El espacio de ducha deseable debe ser rectangular para permitirnos salir de abajo del chorro del agua y no tener permanentemente el cristal en nuestra nariz. Con la bañera esta condición se cumplía ¡pero con el nuevo box no! No lo valoramos hasta que no lo sufrimos.
Cuando pienses en un espacio de ducha no lo pienses cuadrado. Si el lado es corto el box es chico y si el lado es largo hay un desperdicio del ancho ya que con 70 o 75cm está bien.

El otro punto es el espacio “ganado” al sacar la bañera y poner el esquinero. Lo marcamos más arriba con un signo de interrogación dramáticamente rojo. ¿Qué va a ir ahí? ¿Un mueble para toallas, un cesto de ropa sucia o (lo que muchas veces ocurre) una maceta que más que decorar rellena? Ese lugar que supuestamente se gana se pierde en espacio de ducha funcional y muy valioso. Pensalo bien. Tenés que tener la certeza que el sacrificio del espacio de ducha se justifica.

En este ejemplo vemos una situación en la que el sacrificio se compensa con una buena ganancia. este usuario sacó su bañera y construyó en su baño una “sala de máquinas” con el termotanque y el lavarropas. El espacio sacrificado se ganó ¡pero en la cocina! Y está bien. La bañera dió paso aun pediluvio de 90 x 70cm que alcanza aceptablemente para bañarse dando un paso (corto, por cierto) hacia adelante.

Este es un buen ejemplo de una decisión meditada y consciente. El balance entre ganancias y pérdidas ha sido equilibrado.
Lo importante es responder esas dos preguntas con la seguridad de estar haciendo lo correcto.

Nuestra experiencia indica que.
1) El lugar que se gana al sacar la bañera y poner un esquinero cuadrado es más una decisión estética que funcional. Después ese lugar queda libre y el esquinero incómodo.
2) Sacar la bañera se justifica para hacer un pediluvio más cómodo pero no es necesario reducir su largo. Lo recomendable es usar un frente corredizo de cuatro paños con acceso central que permita tener el mismo largo original como en esta foto:

¡Mirá todo lo que hay para pensar antes de tomar esa decisión tan sencilla (o así parece) que es sacar la bañera!

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